
Es cierto que el LED ha sido una gran revolución, que consume menos que el resto de bombillas, que su vida útil es mayor pero no por ello tenemos que cambiar todas las lámparas de nuestra casa. Hay que pensar que la tecnología LED con aplicación doméstica es muy reciente, a día de hoy hay algunos tipos de bombillas que aún no las encontramos en formato LED y aún los precios suelen ser altos –y más si nos decantamos por productos de calidad, porque de marcas dudosas está el mercado lleno…-
Así que lo primero que debemos hacer es saber qué uso le damos a cada una de las estancias de nuestra casa, qué lámparas tenemos más tiempo encendidas y priorizar sobre qué puntos de luz actuar y en base a ello decidir el tipo de iluminación más eficiente.
Hecho este análisis, tenemos dos opciones: si disponemos de lámparas cuya bombilla puede ser reemplazada por una bombilla LED esta es la solución más económica. Benditas las lámparas de casquillo E27 porque aún siendo el más antiguo, ha conseguido adaptarse a los tiempos. Y es que hay bombillas de todo tipo para este casquillo y con muy buenos resultados.
Otra opción sería comprar una lámpara con LED integrado, cada vez hay más variedad en cuanto a diseños no sólo luminarias para un ambiente de trabajo o más técnico sino también hogar y decoración. Ejemplo de ello es el aplique LED que os mostramos en la foto, Rizz diseñado por Ramón Valls para Grok.
Así es que ya sabes, si te has propuesto ahorrar luz y convertirte en el “manitas” que nunca fuiste cambiando todas las luces de tu casa… tómatelo con calma y date un paseo hasta nuestra tienda.